Tarde fría y desapacible para recibir al Balonmano
Villaverde Base y con bajas sensibles tras el “castigo “impuesto por el
entrenador tras la falta de alguno jugadores al entrenamiento del Miércoles.
Jugaron los que merecían hacerlo (el trabajo tiene sus recompensas) y a fe que lo hicieron muy bien.
El resultado, además de reflejar la diferencia que
hubo en el campo, rindió tributo al empeño, al trabajo y al compromiso que se
asume cuando uno comienza y se
compromete con un grupo a tener un objetivo común.
La primera parte fue para olvidar y no por el juego o
por la ineficacia de ambos contendientes, si no por que las condiciones meteorológicas
hicieron de los primeros 45 minutos un infierno en la tierra. Lluvia, frío, viento
y en ocasiones un leve granizo diminuto que obligaba a los chavales a un juego
impreciso, sin continuidad, desangelado y poco obediente a las formas y cánones
de este juego.
Solo a destacar el gol de Rubén que nos llevo al
descanso tranquilos pero inquietos y a la espera de que el tiempo diera una
tregua en su aguacero y nos dejara disfrutar de una segunda parte con al menos
serenidad en el ambiente.
Antes de acabar la primera, Fernando hizo un cambio y
puso a José en lugar de Parra, afianzando la media punta.
Y todo cambio. La segunda parte fue un vendaval, pero
esta vez no de frío y agua, si no de juego y goles. Mejoramos en defensa, el
centro del campo doblego al contrario y durante toda esta segunda mitad, fue un
monologo vallecano con constantes robos de balón, enlaces de pases, profundidad
en ambas bandas y que dieron como resultado 5 goles mas que tuvieron
realizadores y formas que divirtieron y agradaron por sus ejecuciones y que
fueron el premio al buen trabajo en su planteamiento y eficientes en su
consecución.
Ellos aprovecharon la única ocasión que llegaron con
peligro a nuestra portería, pero ya era testimonial, el partido había quedado
cerrado hacia ya varios minutos y no obligo a ningún esfuerzo más.
Fantástico trabajo que nos ayuda a reponer fuerzas y
entusiasmo que nos hará falta para lo que queda de temporada. Esta inyección de
moral nos debe comprometer más aún con nuestro objetivo que debe ser depender
de nosotros y deberá unir más a este
fantástico grupo de chavales que están llevando un sueño más lejos de lo que la
vigilia en este grupo presumía.
No debo tampoco dejar pasar ni olvidar la actuación
del árbitro, muy correcta durante todo el partido y con una profesionalidad que no abunda en ese gremio.
Volver a animar a nuestros chicos y a seguir
trabajando con la mirada alta en el horizonte y a no rendirse nunca.
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