OPORTUNIDADES SIN PREMIO.
Fue el día en el que las esperanzas que se despertaron
en el pasado Domingo de nuevo se fueron a dormir al finalizar el
partido donde recibimos al Puerta Bonita.
Ya me decía mi abuelo mientras cosía en su sastrería
que las oportunidades, las buenas, las que te sacan de la desdicha y enamoran
tu virtud, las que engrandecen el alma y
ensanchan tu porvenir, esas de color dorado con olor a perfume y a jazmines,
nunca se las debe dejar escapar.
Y a fe que después de lo ocurrido en la primera
vuelta, esperábamos que en el partido de hoy saliéramos con la cabeza iniesta,
poderosa tras la última victoria y con el convencimiento que borraríamos la
imagen de la ida de un solo plumazo.
Pero el partido ha sido en su desarrollo una férrea lucha
con fases determinantes que debieron cargar la balanza hacia nuestro lado pero
que tuvo también nuestra puerta marcada por el guarismo de la derrota.
El empate cosechado hoy ha sido una broma macabra
marcada por nuestra falta de puntería en delantera y que ha sido definitivo
hecho en el devenir del juego.
Por que oportunidades de desvencijar al contrario y
dejarle sin posibilidad de alzar la voz , las hemos tenido, pero la fatalidad,
el desatino o la falta de puntería mezclada con no se que pócima paralizante,
ha dejado nuestro marcador en la unidad, cuando debía tener la manita de los
cinco lobitos iluminando este Sábado de temperatura agradable y tarde de paseo.
Nuestro juego no ha circulado con la claridad de otras
veces , pero hemos solventado nuestra falta de claridad en el centro con un
soberbio desgaste que prometía llevarnos al olimpo de los goles y hacia una
victoria merecida hasta que el último cuarto y quizás desfondados por el
trabajo incesante, hemos podido perder el partido.
Pero hasta llegar a ese momento y quitando la mala suerte en el gol del
contrario, todo era con el viento a favor, a excepción de las oportunidades
que, como dacia mi abuelo, no debemos dejar escapar.
Ha sido un partido de pelea, pero con la falta de una
ambición que si hemos tenido en el pasado y marcado sin lugar a dudas por la
sorpresa de un marcador engañoso a la vista de las oportunidades y que sigue
evidenciando nuestras llegadas claras y nuestro perdón redentor que alivia las
penas del contrario.
Nuestros chavales han sufrido en el día de hoy con
gran pasión y entrega, pero sin el premio merecido, con el sabor amargo en el
paladar de la victoria negada y merecida, con el aliento turbio de un empate
que al final haya sido en su justa medida, las tablas merecidas.
Pero no debemos bajar los brazos, nuestro trabajo es
ejemplar y con algo mas de fortuna, veremos con gran alegría la recompensa
merecida a un trabajo que lo merece.
ANIMO CHAVALES QUE CREEMOS EN VUESTRO TRABAJO Y EN
VUESTRO ESFUERZO.
¡¡¡¡¡ AUPA VALLECAS ¡¡¡¡¡¡¡
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