RESIGNACIÓN.
Nos rendía visita el segundo clasificado, el Carabanchel,
al que le debíamos una derrota justa y
por el que pasaba nuestras ilusiones de tener alguna esperanza de poder aún
ascender si los otros resultados de la
jornada se tornaban favorecedores.
Y comenzó el partido con una seriedad traída del vestuario,
con algunos cambios en la alineación y obligados a doblegar al rival, presos de
nuestros propios delitos y esposados a una realidad esperanzadora. Primero
debíamos apuntalar la defensa y se aposto por Álvaro en lugar de Gata.
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La primera parte comenzó con equilibrio, quizás algo alejados de su línea defensiva,
pero manteniendo seriedad, paciencia e intentando siempre jugar desde atrás,
sin balonazos ni prolongaciones propias de los últimos resultados, cambiando de
sentido y de banda el balón y gustándonos en intentar quemar la paciencia de
quien si tenia mas necesidad de victoria
que nosotros mismos.
Nos posicionamos sin fisuras, equilibrados en los
balances ofensivos-defensivos, pero pecando quizás un poco de excesiva
distancia entre defensa y centro y
obligando en algunas ocasiones a que Álvaro tuviera que subir el balón hasta
los medios. Se cambiaron de banda los interiores y aunque hubiéramos volcado
mas el balón en banda derecha, donde el defensa de ese ala tenía ciertas limitaciones,
hubiéramos tendido más premio que el que recogimos, medida esta primera obtuvimos un gol que sabía a justicia y que
ponía la ventaja en quien hasta el momento bien la merecía.
Al poco pudimos acabar el partido si Mena después de
robar un balón al defensa y en un mano a mano con el portero, hubiera terminado
marcando el gol necesitado, pero que se marcho por buscar el adorno en lugar de la eficacia.
El portero rival leyó la vaselina en un acto reflejo y nos dejo sin saborear un
final de primera parte que podía saber a dulce victoria.
Pero no se si por el cambio en el ambiente (frio y
lluvia), no se si por despistes o por falta de intensidad, dejamos que el
Carabanchel adelantara líneas obligado a
su vez por la necesidad de obtener puntos y nos metió en nuestro campo, que era
donde no necesitábamos estar.
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Mediado el primer cuarto ya avisaron en una perdida de
balón que obligo al portero a emplearse a fondo y al poco de este empujón,
lanzamiento que no puede atajar el cancerbero y el rechace en los pies de quien
ataca. Empate y como si hubieran marcado a nuestros chicos con grasa, quedaron
lacios y completamente despistados.
Sería al poco que en balón colgado en aérea, la
defensa no acierta en el despeje y desde cerca y por alto, casi llorando, puso
el Carabanchel el segundo gol , haciendo inútil la estirada de Alberto.
Vino entonces de nuevo la ansiedad, el desorden, las
ganas de llegar arriba por la fuerza en lugar de por la cabeza y no tuvimos
apenas oportunidades de empatar la contienda. La defensa devolvía todo aquello
que le llegaba y el Carabanchel dejaba pasar el tiempo mientras obligados en
marcar, nos deshacíamos como la mantequilla al calor del fuego, fundidos y
resignados.
Pero hemos de recordar nuestros principios y alabar la
gran temporada y la excelente primera vuelta que nuestros chavales nos
ofrecieron. Obligar a la memoria a disfrutar y no quedarnos en la
impotencia de lo que pudo ser. Es un
grupo el nuestro de alternativas y equilibrio de fuerzas entre varios equipos y
la lucha ha sido noble, generosa y digna de alabanzas.
Por ello quisiera poner en verde todo el esfuerzo de
nuestros chicos, la excelente temporada que están teniendo y obligarnos, aunque
solo sea durante unos minutos, a apreciar en su justa medida el equilibrio
conseguido.
Enhorabuena a nuestros chicos, y olvidar lo que pudo ser, para poner en valor lo que ahora es.
No quería dejar pasar la oportunidad de felicitar al
Juvenil B por su excelente temporada y el ascenso merecido.
¡¡¡¡ ENHORABUENA A TODOS ¡¡¡¡¡¡¡
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